El comercio con México tras las elecciones de USA
Trump y Clinton vs el comercio con México
La contienda electoral entre Donald Trump y Hillary Clinton ha sido una de las más largas y duras de los últimos años. Independientemente de quién sea electo, la maquinaria comercial del capitalismo no dejará de girar, pero nosotros nos hemos planteado cómo afectará el nuevo gobierno de uno de los países más ricos del mundo al comercio con México tras las elecciones de USA.
Primeramente, hagamos un pequeño análisis de los dos candidatos a la presidencia de EUA y sus posturas respecto al comercio internacional y en concreto con México.
Si algo no se le puede negar a Donald Trump es que es alguien acostumbrado a ganar. Como buen hombre de negocios, ha sabido capitalizar su olfato para las oportunidades, y su imperio se extiende por numerosos sectores industriales y comerciales.
Su discurso patriota ha producido una ruptura en la opinión pública. El famoso muro que pretende construir entre EUA y México no hace más que rememorar los peores episodios de la historia reciente, que alimentaron (y siguen haciéndolo) el rencor entre países enfrentados.
Populismo, o demagogia, significa “lo que el pueblo quiere oír”. Y el discurso de Trump se centra en ese alarmismo: puestos de trabajo en riesgo por la llegada de inmigrantes, amenaza de la libertad y la seguridad, etc. Es un discurso que ha calado hondo en la llamada América profunda y muchas nuevas generaciones.
Sin embargo, respecto a México, las declaraciones y amenazas en política económica y migratoria de Trump no son realistas. México, junto con Canadá, es el principal destino de las exportaciones de Estados Unidos, y sin duda alguna, la principal mano de obra interna del país. Trump, sin embargo, es partidario de renegociar las relaciones con México y Canadá, miembros del Tratado de Libre Comercio (NAFTA, por sus siglas en inglés).
Haber sido la primera dama del expresidente Bill Clinton ayuda a visualizarla en el despacho oval de la Casa Blanca. Su gran personalidad, de mujer fuerte y tenaz, le ha distanciado de su marido, y Hillary ha dado el golpe sobre la mesa para afianzarse como la candidata demócrata ideal.
Su campaña ha estado libre de escándalos (salvo el capítulo de los correos electrónicos), y si bien su discurso en ocasiones ha sido tildado de complaciente, se ha mantenido firme en el apoyo a cuestiones como el llamado “Obamacare” (asistencia sanitaria universal) y en su compromiso con problemas sociales y medioambientales.
De ganar Clinton, se produciría un doble hecho histórico: sería la primera mujer presidenta de Estados Unidos de América, y la primera vez que una anterior primera dama accede a este puesto. Este hecho también juega a su favor ya que EUA es un país enamorado de hacer historia.
Hillary Clinton se opone al CAFTA (el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica) y al TTP (Tratado Transpacífico). Promueve la marca “Hecho en EUA” con sindicatos y empresarios, para generar empleo. Su postura en el tema de comercio internacional ha sido acusada de ambigua, ya que la administración de su marido fue la que firmó el NAFTA.
¿Qué sucederá con el comercio entre Estados Unidos y México?
Hoy, a pocas horas de las elecciones, Clinton supera a Trump por 4 puntos. Cuando se conozca el nombre del/la ganador/a, comenzarán las preguntas. ¿Se restringirá el tráfico de productos entre México y EUA? ¿Se renegociarán los aranceles? ¿Habrá un replanteamiento económico interno en el país vecino que permita la penetración de empresas mexicanas?
El mencionado NAFTA fue firmado en 1994, y desde entonces, la dependencia económica entre México y EUA ha aumentado. Pese a todas sus controversias, es un tratado que alimenta el ciclo capitalista de la región. El uso del dólar como moneda única en las transacciones ha restado valor a las otras divisas (de Canadá y México), pero ha podido enfrentar el auge que tuvieron la Unión Europea y Japón en los 90.
Hoy, sin embargo, el flujo comercial está orientado hacia la región Asia-Pacífico, con China a la cabeza, que ya se ha consolidado como líder en exportaciones. La fortaleza del dólar (la misma arma que utiliza China) es la única capaz de plantar cara al gigante asiático. El mencionado tratado, que funcionó para derrotar a la UE y a Japón, se espera que siga en vigor por mucho tiempo más, ya sea con Clinton o con Trump.
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