Reducción del IVA para las gafas graduadas
Tras la reclamación que venía haciendo el sector óptico en los últimos tiempos, ayer martes 4 de abril, el secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, confirmó como una de las novedades fiscales que se incluyen en el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado de 2017, que:
Con esta modificación del tipo impositivo, se pondría fin a una reclamación que venían haciendo las empresas del sector óptico desde la subida del impuesto del IVA al 21% en el año 2014 cuando la ley española se adaptó a una sentencia europea que exigía al Gobierno subir la fiscalidad de ciertos productos sanitarios.
Sin embargo, esta esperada noticia por las empresas del sector, se ha enfrentado a la confirmación según la publicación del pasado mes de febrero de la Consulta Vinculante de la D.G.T. V 0564, por la que se determina que todos los que adquirieron monturas para gafas graduadas entre los años 2015 y 2016 a un tipo impositivo del 10%, deberán regularizar las operaciones realizadas durante este periodo al 21%.
Ante ello, se pronunció la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (Fedeo), que temía que el perjuicio económico de esta situación se tradujera en más de 1.000 empresas cerradas, tanto ópticas como proveedores, las cuales no podrán soportar el pago que suponen estas regularizaciones, unos 12 millones de euros.
No obstante, la Agencia Tributaria, entendiendo que no se ha actuado de mala fe, estudia eliminar los recargos complementarios habituales en estos casos (entre el 5% y el 20%), y limitar el pago a la regularización. Sin embargo, ¿esto será suficiente para evitar el “desastre” en el sector? ¿Es prioritario recaudar aún a sabiendas de que la norma en breve se va a hacer más “justa” y a costa de la pérdida de miles de puestos de trabajo?.
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